miércoles, 7 de octubre de 2009

¿Quosque Tandem Gallardón Abutere….?.

José Manuel Angulo es Ingeniero Agrónomo, con amplia experiencia en el sector público (INEM, Registro de Patentes y Marcas, Boletín Oficial del Estado, Ministerio de Trabajo, Empresa pública TRAGSA y Ministerio de Agricultura). Especialmente interesado en las Tecnologías de la Información. Actualmente ejerce como Secretario de la Comisión Ministerial de Administración Electrónica del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.







¿Quosque Tandem Gallardón Abutere….?.


Hace pocos días estaba yo con unos viejos amigos en un restaurante con terraza en un agradable rincón de la Plaza Mayor donde de vez en cuando nos reunimos para comer. El día otoñal era magnífico y en un momento dado alguno de nosotros comentó lo agradable que es esa plaza y la gran belleza de su conjunto. Todos estábamos de acuerdo.
Pero parece que no todo el mundo está de acuerdo con eso. De pronto, uno de los comensales hojeaba un periódico y leyó este titular: “Vientos de cambio en la Plaza Mayor”. Con cierta alarma, pues ya estoy acostumbrado a las “hazañas” destructoras del Sr. Gallardón, tomé el periódico y leí la noticia. Se confirman en seguida los temores: se trata de un “Plan Integral de Mejora de la Calidad de la Plaza Mayor de Madrid”. Se van a transformar su pavimento adoquinado, el revoco rojo de sus muros, las cubiertas de pizarra, el subsuelo, la estatua de Felipe III y la “acústica” como escenario de espectáculos. O sea, que no va a dejar títere con cabeza…..
Comento con mis amigos y se nos pone cara de tontos. Y a nosotros que nos parecía que estaba muy bien la plaza. No debemos tener un cerebro tan privilegiado como el Sr. Ferrán Alfaro que ha ideado el proyecto a cambio de 60.000 euros. No es el único colaborador brillante del Alcalde devastador Ruiz Gallardón. El artículo menciona a otras lumbreras del mundo de las bellas artes, la arquitectura, el patrimonio histórico – artístico de Madrid, el urbanismo, etc.
Bueno, pues me rindo. No puedo ser tan pretencioso como para poner en cuarentena las opiniones y dictámenes de tan selecto grupo de brillantes cabezas por lo que deduzco que soy muy paleto por disfrutar de esta tarde otoñal en la Plaza Mayor sin darme cuenta de la urgencia de su profunda remodelación. En vista de ello propongo a mis amigos que nos demos un paseo “educativo” por las numerosas obras que el Alcalde Devastador realiza en Madrid. La calle de Serrano, el paseo del Prado, Callao, las Cortes, y otras ruinas de la ciudad. Después del recorrido estamos de acuerdo: ¡que injustos somos con el Alcalde Devastador! ¡Cuánto bien nos hace a los madrileños con sus obras!
El agradable paseo entre cascotes, zanjas y chirimbolos de plástico nos permite además percatarnos de otra de las grandes ideas de Alberto el Devastador: no hemos visto ningún auditorio para conciertos por esas calles. ¡Con la necesidad que hay de una instalación de ese tipo! Menos mal que una de las ideas - fuerza del brillante elenco de cerebros antes aludido es el desarrollo de una idea central: “innovar la Plaza Mayor como escenario áulico y popular”.
Con este estupendo escenario, los madrileños no tendrán que desplazarse a otro de los espacios que nos ha otorgado el gran Demoledor: el llamado auditorio Puerta del Ángel, nombre discreto utilizado para no decir que se trata de uno más de los mordiscos dado a la Casa de Campo para toda suerte de negocios privados.
Solo se me ocurre una idea digna del caso para agradecer sus desvelos al Gran Transformador de ciudades sufridoras: ya que parece que la estatua de Felipe III les parece a los miembros del selecto grupo de asesores “áulico – artísticos” poco adecuada para ocupar el centro de la plaza (pretenden llevarla a la Casa de Campo) propongo la erección de una gran estatua de Alberto I el Devastador para sustituirla. No debe preocupar el coste de la efigie: se puede hacer mediante suscripción popular. Seguro que muchísimos ciudadanos de Madrid correrían a apuntares a la colecta, con una sola condición: que, de acuerdo con la tradición en estos casos, el homenajeado despareciera de nuestras vidas como Alcalde ó lo que sea y se retirara a su Yuste particular para meditar sobre el mucho bien que a los madrileños nos ha hecho.

Madrid, 28 de septiembre de 2009

ZAPATERO… ¡CASI QUE NO ME AYUDES!

Jorge Bermejo Martínez. Madrid (1972). Técnico y profesor de Comercio Exterior. Miembro de UNIÓN, PROGRESO y DEMOCRACIA desde sus inicios, formación en la que es Coordinador Local de Chamberí (Madrid), colaborador en asuntos sobre el Sahara en el Grupo de Internacional y miembro del Grupo de Defensa en este partido político.


Editor en Internet de SAPERE AUDE OPINIÓN
(http://www.sapereaudeopinion.blogspot.com/)

ZAPATERO… ¡CASI QUE NO ME AYUDES!
(Madrid, 6 de octubre de 2009)

Yo supongo que las tardes en el despacho del presidente no deben ser de vino y rosas. No lo fueron cuando todo marchaba bien, no han de serlo, pues, cuando diriges un gobierno “casual” (como la moda) en medio de la tormenta del fin del mundo.
Nuestro presidente, el presidente, no tiene el título de Patrón de Embarcaciones de Recreo (P.E.R.) pero como si lo tuviese se sienta en su butaca y se imagina capitán de una nave llamada España y, según lo que imagina, firma documentos como el que reparte autógrafos tarareando tralaralarito juego con los españolitos… hoy firmo este y mañana el otro que contradice todo y, si reúno diez “recibos” los canjeo por un cargo dimisionario y pongo uno que no me chiste.
A media tarde, con el sunset posándose en los balcones de palacio recibe el parte meteorológico, el “interno” que le trae la servicial Leire, siempre en su punto como un buen arroz valenciano, o los “externos”, por turnos de ministerio (la que mola es Bibi superway cuando entra con su carpeta de “vogue” llena de pegatas colegiales).

Nuestro presidente, digo, no tiene el P.E.R. (observe el sagaz lector que digo P.E.R. porque como si tal dirige nuestros destinos, igual que si esto fuese un velero de recreo, sin prisa, sin destino fijo reconocido… como cuando uno veranea, apaga el móvil, y desea perderse sin planes para el día siguiente). Y es que Rodríguez Zapatero (al que las malas lenguas llaman El Zapataki), una vez obtenido el calificativo de peor presidente desde la Transición, quiere obtener su Cum Laude a base de mostrarnos su egocentrismo sin percatarse que ni navega con rumbo ni posee las capacidades para estar a los mandos y gobierno de una nave que se le antoja excesivamente grande para sus limitadas dote. Sin cualidades para dirigir España y parapetado en su posición inexpugnable sigue dirigiendo el país con apoyo de los chinos… del popular juego de los chinos, digo, y según lo que saque así hace o deshace. Por culpa de su nefasta gestión (y la de un equipo que da miedo), por sus nervios y una latente improvisación España va a despertar la mañana siguiente a la Gran Tormenta navegando, o mejor dicho, flotando al pairo en un océano sin tierra firme a la vista. Este capitán sin dotes, más bien grumete venido a más, ha tenido la ocurrencia de desplegar todo el velamen de España en medio de aquella, esta, atroz tormenta y ha consumido el combustible forzando las máquinas de la nave mientras navega contra las corrientes. Resultado: En el comienzo del amanecer, tras el cataclismo, España tiene las velas destrozadas, los palos partidos, no hay combustible y el motor no arranca.
Aunque por la radio de a bordo utilice el código internacional nadie le escuchará porque nuestro barco parece apestado, la inversión extranjera mira hacia otro lado y el peso específico del presiente bucea en cota negativa rozando el suelo submarino cargado a la espalda con una botella de oxigeno en forma de cero a la izquierda.




En su soledad interna baja a buscar ayuda en el camarote de la cañonera Leire, otra grumete (o grumeta, sírvanse ustedes) venida tan a más siendo menos como su jefe e igual de “poco capacitada” que él. Allí la encuentra cañoneando a diestra y siniestra, o mejor, a babor y estribor, desde el interior del camarote socialista de los hermanos Marx. Zumba a quien se interpone en su camino con tal de crecer como… esta planta que “asciende” por los muros de determinados edificios (el Senado, la casa de Pepiño Blanco, etc…) de cuyo nombre no quiero acordarme. Ahí abajo, esperando que todo pase, andan Bibiana, superway, un jeque andalusí más gastado que el motor de la nao, el cocinero Pepiño, navegante “proletario” que tiene casa barata en Galicia y, escondida en el pañol de armas, la jefa de la defensa. Creo que hay algunos más ahí abajo, pero no me caben aquí.

Y yo, que no soy creyente pero sí respetuoso, solo puedo acurrucarme en el rincón más profundo y escondido mirando arriba con las manos unidas mientras murmuro… virgencita, virgencita… (el resto lo conocen ustedes, sabios lectores)

La economía, palo mayor de este velero, se ha desmoronado pero igual la arregla el gobierno con un buen trozo de esparadrapo, marca Ñ, que para sus miembros es una buena solución. Y esa es la panacea para estos, una Ñ bien grande en cada calle, en cada carretera de nuestra sufrida piel de toro, ¡eso sí!, sobre cartelones bien grandes para que oculten las miserias que tristemente se esconden detrás.
Y así, parafraseando el guión de una película ochentera de pilotos, este Top Gun llamado Zapatero firma con su complejo de inferioridad cheques en blanco que su egocentrismo no puede pagar. Después espera sobre el puente de un velero destrozado a que lleguen (siempre llegan) los esquifes nacionalistas para remolcar la nave, sin ver incluso, que alguno de ellos luce la negra bandera de las tibias y la calavera en lo alto del mástil (para todos cofa salvo para él que entiende cofia de servidumbre, porque estos esquifes llevan un pequeño mástil).

Parece que oteando el horizonte del futuro en busca de la salvación de los de siempre no ve que en cubierta que el paro se descontrola como una loca manguera a toda presión que chorrea discrecionalmente sobre un barco ya maltrecho que puede inundarse. No importan las instrucciones que se den, el libro de donde proceden está en muchos idiomas y dialectos, como las lenguas que se hablan a bordo y así no se puede entender ni… el famoso Tato pepero.
Zapatero me ha mirado, me tiende su mano temblorosa y susurra algo. Yo prefiero contestarle “casi… que no me ayudes” mientras sigo viendo que en este palacio flotante (y a la deriva) de Alí Babá ya no son todos… días de vino y rosas.













¡Por fin los extremeños conseguirán tener un Personero de lo Común!

José Manuel Angulo es Ingeniero Agrónomo, con amplia experiencia en el sector público (INEM, Registro de Patentes y Marcas, Boletín Oficial del Estado, Ministerio de Trabajo, Empresa pública TRAGSA y Ministerio de Agricultura). Especialmente interesado en las Tecnologías de la Información. Actualmente ejerce como Secretario de la Comisión Ministerial de Administración Electrónica del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino.


¡POR FIN LOS EXTREMEÑOS CONSEGUIRÁN TENER UN PERSONERO DE LO COMÚN!
Continúa el lento pero tenaz proceso de modificación de nuestro entramado territorial provocado por el inconstitucional Estatuto otorgado graciosamente por ZP a Cataluña a cambio de los apoyos políticos necesarios para alcanzar el poder primero y mantenerlo después (por cierto.¿sigue ahí el Tribunal Constitucional?).

Como consecuencia de ese nuevo Estatuto se desencadena un proceso que conduce a la redacción de nuevos Estatutos en todas partes, venga o no venga a cuento. Ese proceso se desarrolla con total complicidad entre el PSOE (iniciador del movimiento para mayor gloria personal de ZP y para escándalo de muchísimos socialistas) y el PP el cual, acomplejado y asustado por la tormenta político – mediática ocasionada por su oposición al nuevo Estatuto catalán, comienza a pactar con los socialistas modificaciones estatutarias (Comunidad Valenciana, Andalucía, …) con contenidos a veces muy similares a los del caso catalán (gran “coherencia” del PP, como podemos deducir).





Nos informa ahora la prensa de que le ha llegado el turno a Extremadura que ha aprobado en su Asamblea un proyecto de nuevo Estatuto de Autonomía, sin que se conozca la necesidad de esta modificación y sin que se haya percibido ningún anhelo especial de los extremeños por disponer de un nuevo Estatuto (muchos de ellos de hecho desconocen la intención de sus “líderes” políticos de redactarlo). Nada raro, es lo mismo que ha pasado en las otras Comunidades Autónomas (incluida la “pionera” Cataluña).

Las noticias que trae la prensa permiten explicarnos, sin embargo, la gran necesidad y conveniencia del cambio en el Estatuto. Nada más y nada menos que un “Personero de lo Común”, versión a escala regional de la figura del Defensor del Pueblo. ¿Cómo habrán podido vivir los extremeños todos estos años sin esa institución? Dada la inmensa eficacia, es broma, que han demostrado sus inventos paralelos (Defensor del Pueblo, Sindic de Greugues, etc) parece increíble que hasta ahora no hayan dispuesto del “Personero”.

Otra de las novedades de que nos informa la prensa respecto a este asunto es que parece que Extremadura va a poder disponer de una Policía Autonómica. Es impresionante que hayan transcurrido tantos años de autonomía y no hubiera en Extremadura ni Erchainas, ni Mossos, ni ná de ná. ¡Que atraso! Ahora ya tendrán un tercer cuerpo policial para descoordinarse con Policía Nacional y Guardia Civil, que ya están a veces bastante descoordinadas entre sí.

Aunque estamos hablando de Autonomía, el nuevo Estatuto no se olvida de ponerle deberes al Centralismo y fija un mínimo obligatorio de Inversiones del Estado en la región autónoma (?). Aquí se ve como el caso catalán ha creado escuela muy rápidamente.

Bien, lógicamente no podía faltar una “deuda histórica” que cualquier nuevo Estatuto que se precie debe exigir, fijando unos plazos precisos ni tampoco una declaración de que el agua es mía y no me la quita nadie”.

En espera de conocer mayores detalles del texto aprobado en Mérida (con consenso entre PSOE y PP), no cabe sino felicitar a los extremeños por el paso de gigante que su Comunidad va a dar a buen seguro con su nuevo Estatuto.

Se comprende fácilmente al comprobar que otras Comunidades Autónomas se dotan de instrumentos tan deseables como el Personero que los ciudadanos de Madrid, por ejemplo, presenten permanentemente un semblante apagado, triste y deprimido. No es por la corrupción, ni por las obras, ni por el paro o los problemas de vivienda. El problema es que no disponen de cosas tan interesantes como Personero o policía autonómica y ni siquiera tienen una deuda histórica medio decente para reclamar al Estado.